La cantante estadounidense Miley Cyrus subyugó a 50 mil fans que se dieron cita en el estadio de River Plate para ver como la ex diva adolescente ha devenido en una artista madura que intenta darle buenas dosis de pop y algunos rockitos a su público.
Cyrus, ex protagonista de Hannah Montana- producto para adolescente de la Disney- realizo este año su primera gira por América Latina, tras vender decenas de millones de discos en todo el mundo.
Luego de protagonizar la serie Hannah Montana por el Canal Disney, un par de filmes con ese personaje y otras con su nombre real, la diva pudo librarse del corset conservador de los herederos de Walt Disney.
Hija del hitero country Billy Ray Cyrus, Miley apenas finalizó el contrato con la Disney resolvió quitarse de encima esa patina aniñada que le imponía la productora, y comenzó a hacer travesuras como subirse apenas vestida al escenario, fumar porros y emborracharse, cambiar de novio cada 15 días y acostarse con rockeros maduros.
Pero n descuido su carrera y eligió productores de pop y rock de probada calidad con los que fue construyendo una interesante carera que la ubican junto a Taylor Swift, en una de las cantantes más prometedoras de los EEUU.
Ante un estadio cubierto de adolescentes que la adoran, Cyrus emergió en el cuidado escenario de River vestida con botas de tiro alto, culotte, top y luego corpiño para tocar “Liberty Walk”, al que siguió “Party in the usa”, con los que se metió al publico en el bolsillo.
La situación en Núñez no fue diferente a la ocurrida en Chile y Perú, donde la cantante tocó ante estadios repletos de adolescentes, quizás el mercado que más y mejor consume para la industria.
En un óptica más pop-rock, Miley tocó “Kicking and screaming”, “ Robot” y el clásico de Joan Jett “II love Rock and Roll” para hacerles mover las patitas alas chicas que aturdían con sus gritos.
En una segunda parte del show, Cyrus sacó a relucir su romanticismo y envuelta en un ostentoso vestido, y desde un balcón -al estilo Romeo y Julieta- entonó “Obsessed”, “Forgiveness and love” y “Fly on the wall”.
Luego volvió a rockear pero esta vez covers como el de “Huele a espíritu adolescente” de Nirvana, “Landslide” de Stevie Nicks” y la balada “Cada rosa tiene su espina” de Poison.
Luego de un nuevo cambio de vestuario, en el que se vistió con un pantalón ajustado, botas y un corset,- Miley hizo delirar a la multitud con uno de sus temas más conocidos, “7 things” para luego decir en inglés que “era mi sueño estar acá y ustedes lo hicieron posible. Cada uno de ustedes puede hacer lo que su corazón diga”.
Para el cierre y luego de otros dos cambios de vestuario, Cyrus cantó “Can`t be tamed”, “ Take me along”, “Two more lonely people”, “The climb” y ”See you again”.
Sobre el final, Miley cantó “My heart bets for love” y “ Who owns my hear”, luego de una hora y media de concierto que no defraudaron a ninguno de sus fans argentinas.
Cyrus, ex protagonista de Hannah Montana- producto para adolescente de la Disney- realizo este año su primera gira por América Latina, tras vender decenas de millones de discos en todo el mundo.
Luego de protagonizar la serie Hannah Montana por el Canal Disney, un par de filmes con ese personaje y otras con su nombre real, la diva pudo librarse del corset conservador de los herederos de Walt Disney.
Hija del hitero country Billy Ray Cyrus, Miley apenas finalizó el contrato con la Disney resolvió quitarse de encima esa patina aniñada que le imponía la productora, y comenzó a hacer travesuras como subirse apenas vestida al escenario, fumar porros y emborracharse, cambiar de novio cada 15 días y acostarse con rockeros maduros.
Pero n descuido su carrera y eligió productores de pop y rock de probada calidad con los que fue construyendo una interesante carera que la ubican junto a Taylor Swift, en una de las cantantes más prometedoras de los EEUU.
Ante un estadio cubierto de adolescentes que la adoran, Cyrus emergió en el cuidado escenario de River vestida con botas de tiro alto, culotte, top y luego corpiño para tocar “Liberty Walk”, al que siguió “Party in the usa”, con los que se metió al publico en el bolsillo.
La situación en Núñez no fue diferente a la ocurrida en Chile y Perú, donde la cantante tocó ante estadios repletos de adolescentes, quizás el mercado que más y mejor consume para la industria.
En un óptica más pop-rock, Miley tocó “Kicking and screaming”, “ Robot” y el clásico de Joan Jett “II love Rock and Roll” para hacerles mover las patitas alas chicas que aturdían con sus gritos.
En una segunda parte del show, Cyrus sacó a relucir su romanticismo y envuelta en un ostentoso vestido, y desde un balcón -al estilo Romeo y Julieta- entonó “Obsessed”, “Forgiveness and love” y “Fly on the wall”.
Luego volvió a rockear pero esta vez covers como el de “Huele a espíritu adolescente” de Nirvana, “Landslide” de Stevie Nicks” y la balada “Cada rosa tiene su espina” de Poison.
Luego de un nuevo cambio de vestuario, en el que se vistió con un pantalón ajustado, botas y un corset,- Miley hizo delirar a la multitud con uno de sus temas más conocidos, “7 things” para luego decir en inglés que “era mi sueño estar acá y ustedes lo hicieron posible. Cada uno de ustedes puede hacer lo que su corazón diga”.
Para el cierre y luego de otros dos cambios de vestuario, Cyrus cantó “Can`t be tamed”, “ Take me along”, “Two more lonely people”, “The climb” y ”See you again”.
Sobre el final, Miley cantó “My heart bets for love” y “ Who owns my hear”, luego de una hora y media de concierto que no defraudaron a ninguno de sus fans argentinas.
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